¡La Viruta Rebelde se ha mudado! Por favor visítala aquí.
No hay mapas buenos de papel para la región donde vivo. Hay mapas de calles en escala 1:20,000 para automovilistas dentro de la ciudad, pero no tienen absolutamente nada de detalle en las áreas rurales. Hay mapas 1:200,000 para viajes largos en coche, pero esa escala es demasiado grande para explorar en bici.
Me gustaría que hubiera mapas impresos, de alta calidad, a escala 1:50,000 (es decir, 1 Km en el mundo real son 2 cm en el mapa), con un nivel de detalle suficiente y algunas cosillas:
Curvas de nivel. Xalapa está en medio de la montaña, entonces es útil poder planear los trayectos con respecto a las subidas/bajadas demasiado empinadas.
¿Dónde puedo reabastecerme de agua y comida? Tienditas de la esquina, puestos de comida en la calle.
¿Qué calidad tienen los caminos, y están pavimentados? Mi región está repleta de veredas y caminos rurales que pasan entre cañaverales y cafetales. Es posible ir en bici por los caminos más transitados con llantas "normales" para pavimento. Otros caminos más accidentados requieren llantas más anchas, o más destreza, o una bici de montaña, pues tienen piedras y raíces y pequeños obstáculos del tamaño de una manzana.
¿Hay sitios interesantes o vistas bonitas? Es bueno tener un "premio" visual cuando llegas a tu destino, independientemente del maravilloso paisaje montañoso que hay en el trayecto. ¿Algún mirador interesante? ¿Ruinas fotogénicas? ¿Cascadas?
Tantos puntos de referencia como sea posible. Las veredas rurales tienden a verse todas iguales — cafetos, plátanos, caña, caminos de tierra. ¿Hay un árbol especialmente grande junto al cruce de dos veredas, para que sepas dónde dar vuelta? ¿Hay algún altar o cruz, de esos que te encuentras por todos lados? ¿Hay cables de alta tensión sobre el camino, para usarlos como referencia?
Llevo un par de años haciendo un mapa de los caminos rurales por aquí en OpenStreetMap. Es un proceso interesante.
Por ejemplo, esta es la foto de satélite que sale en iD, el editor de OpenStreetMap en el web:
Se pueden distinguir caminitos rurales entre los plantíos (aquí, entre el río azul y la carretera amarilla). A veces son difíciles de ver entre los árboles, y a veces desaparecen por completo entre la vegetación. Cuando los caminos no se ven o no son 100% inambiguos en la foto de satélite, no queda qué hacer mucho más que irse en la bici a recorrerlos, mientras se guarda una ruta con el GPS del teléfono.
Estos son dos caminos rurales típicos de aquí:
Ya de vuelta en casa, puedo cargar la ruta del GPS en el editor de OpenStreetMap, trazar los caminos y añadir algunos detalles por inferencia (el camino cruza un río, por lo tanto debe haber un puente) o de memoria (¡ah, me acuerdo de ese puentecito de piedra!). He aquí un puente en un camino sin pavimentar:
También es posible imprimir un mapa rápidamente, por ejemplo, con Field Papers, hacerle anotaciones mientras uno va en bici, y posteriormente añadir los datos al mapa cuando uno ya está en la computadora.
Bien, eso es todo sobre crear datos para el mapa. La visualización (o renderización de imágenes para imprimir) es otro tema.
Hay varios renderizadores de mapas que funcionan con los datos de OpenStreetMap:
OpenTopoMap. Tiene curvas de nivel. ¡Es de alto contraste! Los caminos pavimentados son de color claro con contorno negro, como en un mapa impreso tradicional; los caminos rurales sin pavimentar están en negro. Los ríos tienen contorno azul oscuro. Los ríos también tienen unas flechas pequeñitas que indican la dirección de la corriente (eso es cuesta abajo, y es de interés para los ciclistas) — fíjate en la flechita azul donde el río se divide en dos. El mapa muestra varias cosas de interés para excursionistas o ciclistas: vallas, cercas, miradores, cruces religiosas en el camino, altares, albergues. Las áreas boscosas, granjas y plantíos tienen un sombreado especial. El mapa no muestra tienditas ni dónde conseguir comida.
GPSies con la capa Sigma Cycle. Tiene curvas de nivel. Dice la dificultad para bici de montaña de cada vereda, lo cual es lindo y útil. No salen las tienditas a menos que uno le ponga un acercamiento muy profundo. Es un mapa con bajo contraste visual, para una pantalla de computadora, pero no sirve para imprimirse, pues sale un mugrero sin nitidez.
Cycle.Travel. El mapa es muy lindo en pantalla, no sirve para imprimirse, pero el ruteo para bicis es fabuloso. El motor de ruteo le da preferencia a los caminos pequeños y tranquilos, en vez de irse por las carreteras grandes. También busca las rutas donde las pendientes no son ridículas. Te da perfiles de elevación de las rutas... si estás en el primer mundo. Esa parte no funciona en México. Ojalá que esto cambie — hay datos de elevación para todo el mundo, pero hay que hacer ciertos cálculos de dimensiones épicas antes de que el ruteo funcione para un continente entero (mira el final de ese blog).
Lo hago todo el tiempo, y es bastante tedioso:
*Adoro* traer mapas en el teléfono, y uso varias aplicaciones que pueden guardar mapas para consultarlos sin conexión a internet.
City Maps 2 Go es bueno. Lo han hecho más complicado con las últimas versiones. Los mapas de México no se actualizan muy frecuentemente, lo cual es frustrante pues yo le meto datos nuevos al mapa todo el tiempo y no puedo verlos en esa aplicación. Como ventaja, usa mapas vectoriales.
MotionX GPS es excelente. Hace todo lo que puede para grabar una ruta con el GPS sin detenerse, a diferencia de *ejem* Strava, que deja de grabar a medio camino sin avisar. Te deja grabar mapas para usarlos sin conexión. Sólo puede bajar mapas de pixeles renderizados por OpenStreetMap y por OpenCycleMap — el primero es nominalmente bueno; el segundo ya se ve bastante viejo, aunque sigue siendo útil.
Maps.Me está muy lindo. Tiene mapas vectoriales sin conexión. Los mapas se actualizan frecuentemente. Tiene ruteo.
Go Map!! es un editor completo para OpenStreetMap. Más o menos puede guardar mapas para usarlos sin conexión. Lo uso todo el tiempo para añadir detalles pequeños al mapa durante los trayectos en bici. Esta aplicación es excelente.
Estas aplicaciones sirven bien para viajes de unas cuantas horas (i.e. mientras dure la batería), pero no me funcionan para trayectos de un día entero. He comenzado a cargar con una batería externa, pero es engorroso y pesado.
Entonces, quiero un mapa impreso. Desde tiempos ancestrales existen los fierros necesarios para sostener un mapa impreso al manubrio de la bici, o incluso una bolsa de manubrio con ventanita para un mapa.
Lo más fácil sería descargar un área del mapa de OpenTopoMap, en un nivel de zoom que sea útil, e imprimirla. Esto funciona en una urgencia, pero tiene varios problemas.
Los mapas renderizados de OpenStreetMap casi siempre están diseñados para verlos en el web, o en una pantalla relativamente de alta resolución de un teléfono móvil. Ambos casos están lejos de tener el tamaño y la resolución de un buen mapa impreso. Una laptop o compu de escritorio tiene una pantalla de buen tamaño, pero es de baja resolución: incluso un monitor de 21" a 4K sólo tiene un poco más de 200 puntos por pulgada. Un teléfono tiene una pantalla más densa, de unos 300 a 400 PPP, pero es una pantalla diminuta... a comparación de un lindo mapa impreso — de unos 50x50 cm a 1200 PPP.
... y un mapa impreso se puede doblar al tamaño de un tabletófono, y aun así es de mayor resolución y más ligero y no come baterías y carajo, soy un retrógrada recalcitrante, ¿o no?
Además, los mapas para el web se pueden cambiar de zoom, mientras que los mapas impresos tienen una escala fija. 1:50,000 funciona bien para unas cuantas horas de ciclismo — en la región montañosa donde vivo, me es demasiado cansado ir mucho más lejos que lo que cabe en un mapa así.
Entonces, mi cadena de pensamientos iba algo así como:
¿De qué tamaño es la hoja de papel para mi mapa? Depende de la impresora.
¿Qué resolución impresa va a tener? Depende de la impresora.
¿Qué escala quiero para el mapa? 1:50,000
¿Qué nivel de detalle quiero? Con un valor de zoom=15 hay buen detalle, y a z=16 las cosas se ven todavía mejor. Sin embargo, no es sino hasta z=17 que se empiezan a ver cosas muy pequeñas como tienditas y puestos de comida... a menos en los renderizadores "normales" de OpenStreetMap.
Los mapas en el web son curiosos. Normalmente, OpenStreetMap se renderiza con mosaicos cuadrados; cada mosaico es de 256x256 pixeles. Con zoom=0, el mundo entero cabe en un solo mosaico.
El URL para esa imagen renderizada es http://opentopomap.org/0/0/0.png.
Si nos acercamos un paso, a zoom=1, ese super-mosaico se divide en 2x2 sub-mosaicos. Fíjate en los URLs, que terminan en zoom/x/y.png:
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Vamos a acercarnos un nivel más, a zoom=2, y fijémonos sólo en los cuatro sub-sub-mosaicos que corresponden al mosaico de la esquina superior izquierda del ejemplo de arriba (la parte con Norteamérica y Centroamérica):
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Entonces, más o menos, la pregunta es: ¿qué nivel de zoom quiero, según el nivel de detalle que quiero en un mapa de cierta escala, tomando en cuenta la resolución de la impresora que voy a usar?
Como referencia:
Después de jugar un poco con los números, llegué a una fórmula relacionada. ¿Qué escala del mapa voy a obtener, dada una resolución impresa y un nivel de zoom?
(defun get-map-scale (dpi tile-size zoom latitude) (let* ((circumference-at-equator 40075016.686) (meridian-length (* circumference-at-equator (cos (degrees-to-radians latitude)))) (tiles-around-the-earth (exp (* (log 2) zoom))) (pixels-around-the-earth (* tiles-around-the-earth tile-size)) (meters-per-pixel (/ meridian-length pixels-around-the-earth)) (meters-in-inch-of-pixels (* meters-per-pixel dpi)) (meters-in-cm-of-pixels (/ meters-in-inch-of-pixels 2.54))) (* meters-in-cm-of-pixels 100))) (get-map-scale 600 ; dpi 256 ; tile-size 16 ; zoom 19.533) ; latitude of my town 53177.66240054532 ; pretty close to 1:50,000
Bien: zoom=16 tiene un nivel de detalle útil, y me da una escala en el mapa impreso muy cercana a 1:50,000. Seguramente puedo tomar las imágenes renderizadas y hacerlas un poco más pequeñas para llegar a la escala que quiero (de 53177 a 50000).
¿Por qué hay un parámetro tile-size (tamaño de mosaico) en pixeles? ¿Qué no son siempre de 256x256? Continuemos.
Un contorno de 1 pixel ("la línea más delgadita") se ve bien en una pantalla, pero en una impresión a 600 PPP ó 1200 PPP es muy difícil de distinguir, especialmente si está sobre un fondo de curvas de nivel, sombreados de plantíos y otras basuritas cartográficas.
Un ícono de 16x16 pixeles que muestra en pantalla la ubicación de una tiendita, o un mirador, se ve muy bien. Pero al imprimirse a altas resoluciones, no es más que una pequeña mancha.
Y la tipografía... un texto de 10 pixeles de alto tal vez es legible incluso en un teléfono, pero definitivamente no lo es en papel.
Si nada más tomo una imagen de OpenTopoMap y la imprimo, me quedan textos muy pequeñitos, líneas y contornos que son muy delgados, y marcadores e íconos que son casi invisibles. Necesito algo que me permita ajustar el grosor de las líneas, el tamaño de íconos y marcadores, el tamaño y posición de las etiquetas textuales — de modo que al imprimirse todo, me dé un mapa legible.
Mira estos mapas y haz un acercamiento. Están diseñados para imprimirse: tienen mucho detalle, pero en una pantalla el texto se ve demasiado grande. Al imprimirse, se verían muy lindos.
De forma predeterminada, openstreetmap.org usa Mapnik como renderizador, que a su vez usa una cadena de herramientas para producir hojas de estilos que determinan cómo se renderiza el mapa. Las hojas de estilos dicen cosas como, "una carretera nacional se pinta con líneas en rojo, de 20 pixeles de ancho, con un contorno negro de 4 pixeles, y con marcadores de número de referencia de carreteras a cada X pixeles de separación, con este ícono", o "los panteones se pintan como polígonos rellenos con crucecitas a 40% de opacidad". Para un mapa al que se le puede hacer zoom, hay que repetir todo este proceso para cada nivel de zoom (pues los grosores y tamaños cambian, y nada más escalar todo de forma lineal se ve terrible). Es un dolor en el trasero definir una hoja de estilos así — o más bien, es trabajo muy meticuloso que hay que hacer en un lenguaje esotérico.
Últimamente ha habido una explosión de renderizadores de mapas que funcionan con datos de OpenStreetMap. He estado usando Mapbox Studio, que tiene la gran ventaja de no requerir que escribas una hoja de estilos en un lenguaje extraño. Studio es una aplicacioń de web que te permite definir capas para el mapa y un estilo para cada capa: "la capa de calles viene de los caminos residenciales; píntalos como líneas blancas con contorno negro". Te permite usar valores especiales para cada nivel de zoom, y esto se configura con una interfase de usuario muy interesante... que sería mucho mejor sin los problemas de foco de mouse/teclado que tienen los navegadores de web.
He estado aprendiendo cómo usar este mamotreto — al principio sí que parece la cabina de un avión. Se me facilitaron las cosas una vez que entendí lo siguiente:
La base de datos principal de OpenStreetMap es una bolsa enorme llena de puntos, líneas y "relaciones". Cada uno de esos objetos puede tener varias parejas llave/valor. Por ejemplo, un punto puede tener "shop=bakery" y "name=Panecitos y Panezotes", mientras que una calle puede tener "highway=residential" y "name=Calle del Carbohidrato".
Varias herramientas muy, eh, interesantes se usan para rebanar esos datos y ponerlos en mosaicos vectoriales (vector tiles). Un mosaico vectorial es nada más un cuadrado que contiene capas con instrucciones de dibujo. Por ejemplo, una capa de "calles" puede contener varios "moverse-a línea-a línea-a linea-a". Sin embargo, los mosaicos no tran información de estilos. Vienen con la posición de las cosas, pero no con los colores o grosores.
Hay muchos proveedores de mosaicos vectoriales y renderizadores. Mapzen provee mosaicos vectoriales y un renderizador con OpenGL muy interesante. Mapbox provee mosaicos vectoriales y un montón de bibliotecas para usarlos en plataformas móviles. Cada proveedor de mosaicos vectoriales decide qué cosas del mapa poner en qué capas.
Las capas tienen dos propósitos: estilos y orden-z. Los estilos son lo que te imaginas: la capa para calles residenciales se pinta como líneas de cierto grosor/color/contorno. El orden-z más o menos depende del propósito del mapa. Hay un fondo de colores sólidos, que se determinan a partir del terreno (desierto=amarillo, bosque=verde, agua=azul). Encima de eso se pintan las curvas de nivel. Encima de eso están las calles. Encima de eso, los puntos de interés.
En términos de estilos, hay algunos truquitos que se usan para obtener varios tipos de apariencia. Por ejemplo, cada tipo de camino (carretera nacional, carretera secundaria, calle residencial) tiene dos capas: una para el contorno y otra para el relleno de las líneas. Esto es para evitarse hacer cálculos complicados en las intersecciones: para tener líneas rojas con un contorno negro, se usa una capa de líneas negras gruesas, y encima otra capa con líneas rojas delgadas, ambas a partir de los mismos datos.
Un juego de mosaicos vectoriales puede no tener toda la información que está en la base de datos principal de OpenStreetMap. Por ejemplo, Mapbox crea y distribuye unos mosaicos que se llaman mapbox-streets-v7 (introducción, referencia). Viene con calles, edificios, puntos de interés como tiendas, vallas, etc. No viene con algunas cosas que me interesan para el mapa ciclista, como líneas de cables y torres de alta tensión (son buena referencia al ir por el camino), altares, y las áreas industriales.
En teoría puedo crear un juego de mosaicos con la información que falta, pero no quiero perder el tiempo con una cadena de herramientas misteriosas. En vez de eso, Mapbox te permite añadir capas personalizadas; en particular, tienen un tutorial de cómo extraer objetos específicos del mapa con la herramienta Overpass Turbo y luego añadir eso a tu mapa como una capa nueva. Por ejemplo, con Overpass Turbo puedo hacer una búsqueda de "encuéntrame todas las líneas de alta tensión en esta región", exportarla como datos GeoJSON, subir el archivo a Mapbox Studio y crear una capa con un estilo especial para los cables y torres de electricidad. Es trabajo más o menos manual, pero tal vez se puede automatizar con la magia de los Makefiles y el API de Mapbox.
Antes de que se me olvide: Mapbox usa mosaicos de 512 pixeles. No sé por qué son así, tal vez para reducir el número de peticiones HTTP. De cualquier forma, ésta es la razón por la que mi pedacito de código de ahí arriba tiene un parámetro tile-size.
Esto es un trabajo todavía incompleto. Cosas que faltan:
Un estilo que sirva para imprimirse. He estado ajustando los colores y estilos de línea para que el mapa tenga contraste alto y que sea legible. Todavía no investigo qué grosores son adecuados, ni los tamaños del texto, para la impresión.
Añadir los datos que me interesan pero que no están en mapbox-streets-v7: altares, cables y torres de alta tensión, áreas industriales, límites municipales, granjas, portones, ruinas, cascadas... afortunadamente, todo esto está disponible en la base de datos principal de OpenStreetMap.
Añadir estilos para cosas que sí están en los mosaicos vectoriales, pero que no tienen un estilo lo suficientemente visible por defecto. Los plantíos podrían tener un sombreado con iconitos de caña o café; las canchas deportivas podrían tener dibujos de fútbol o béisbol.
Averiguar cómo hacer sombreados con patrones que se repiten para líneas. Quiero que los desfiladeros se vean más o menos así (una línea con triangulitos), pero no sé cómo hacerlo en Mapbox. Quiero que los ríos tengan flechas que indiquen la dirección de la corriente.
Hacer un recorrido en bici más o menos exhaustivo de todos los caminos rurales, en el área en que voy a generar el mapa, para asegurarme que no falten objetos importantes. Eso debe ser la parte divertida, ¿no?
El diseño del estilo Mapbox Outdoors. Para mi propio mapa, empecé con este estilo como base y luego lo fui ajustando para darle más contraste y colores mejores para la impresión.
Discusión técnica de cómo generar un mapa urbano para imprimir — un poco viejo; usa TileMill y CartoCSS (los antecesores de Mapbox Studio). Describe cómo lidiar con mapas SVG, carteles grandes, páginas de índices de calles.
Un mapa alemán antiguo muy ingenioso, que consigue hacer caber un perfil de elevación para cada camino (!).
La escala de mapas perdida discute que 1:100,000 es la mejor para ciclimo de larga distancia y de varios días, para evitarse cargar con muchos mapitas plegados. Excelente mapa-porn (mira el mapa de Snowdonia (País de Gales) — ¡desfiladeros dibujados a mano!). Yo no soy más que un aficionado que anda en bici por medio día, entonces por ahora los mapas 1:50,000 me son suficientes.
Cómo hacer un mapa para bicis se enfoca en los mapas para la ciudad, y en indicar si ciertas calles son seguras o no para la gente que se mueve en bici.
Cómo renderizar el Mundo — cómo es que los mosaicos permiten renderizar pedacitos del planeta según se necesite.
Introducción a Tilemaker: mosaicos vectoriales sin infraestructura. En vez de manejar una montaña de mierda con Postgres y demás infraestructura, esta es una utilería de línea de comandos (... con un archivo de configuración escrito a mano) para rebanar datos de OpenStreetMap en capas que uno mismo define.
En el Colectivo Ciudad a Pie (la división xalapeña de la Liga Peatonal) hemos estado trabajando en un análisis y propuesta para un cruce seguro en la USBI.
Recorrido de Chiconquiaco a Actopan
Hace unas semanas fui con el grupo de Adventure Bikes Xalapa a un recorrido desde Chiconquiaco, al norte de Naolinco, hasta Actopan. Son entre 70 y 80 Km de caminos pavimentados, de grava, tierra y muchos paisajes y entornos diferentes.
Mi bici es una de montaña sin suspensión, convertida a manubrio de ruta, pues el manubrio recto me lastima las manos. Traía una bolsa grande debajo del sillín con comida, agua, herramientas, etc., y un estuche para cámara fotográfica en el manubrio.
Llegamos más tarde de lo ideal de Xalapa a Chiconquiaco en tres camionetas pick-up, nos estacionamos frente a la iglesia y descargamos las bicis. Cada quién ajustó lo que tenía que ajustar y cada quién le dio el primer ataque al desayuno que traía.
Yo traía un sandwich "desarmado". Para que el pan no se humedeciera se me ocurrió llevarlo entero y luego salchichas, jitomate y queso por separado. En Chiconquiaco iba a ser algo engorroso ponerse a armar el sandwich, entonces nada más mordí un poco del pan, me comí una salchicha y dejé el queso y el jitomate para más tarde.
Chiconquiaco está a unos 2060 msnm. Salimos de la iglesia rumbo al norte, en dirección a Misantla, sobre la misma carretera por la que llegamos. Es un pequeño descenso hasta el primer entronque con la carreterita que va a El Huérfano y otras poblaciones, hacia el este. En el entronque, a 1870 msnm, empezó la diversión.
Una buena parte de este tramo es de subidas y bajadas por la montaña; los paisajes son realmente espectaculares. Yo iba feliz; bien descansado, con energía, contento de ver que aunque traía bastante peso (comida, herramientas, cámara fotográfica) no iba hasta atrás del grupo. Hice varias paradas breves para tomar fotos. Esta carretera no estaba en OpenStreetMap, entonces grabé unos cuantos puntos con el GPS del teléfono, en vez de la ruta completa, para que no se me terminara la batería.
Desde el primer entronque, la carretera es estrecha y no hay autos. Va bordeando la montaña. Se ven grandes valles, poblaciones a lo lejos, granjitas, vacas, borregos, cabras... una parte aislada de un Veracruz que no conozco. Es como asomarse a un fractal y descubrir que hay todo un mundo ahí.
Hay puntos especiales en el camino en que el paisaje nos obligó a detenernos a contemplarlo. Curvas cerradas donde si uno se detiene, puede ver todo el valle y las montañas a lo lejos. Hasta una cascadita.
Después de las subidas y bajadas hay un descenso vertiginoso a Los Naranjos, a 1300 msnm. En algún punto el camino deja de estar pavimentado y comienza una gravilla que hace el descenso emocionante. Varias personas comentaron lo fácil que sería salirse de una curva si uno no calcula bien el frenado.
De Los Naranjos (1300 msnm) a El Huérfano (1620 msnm) es un ascenso relativamente corto, pero empinado y difícil. El camino es de una especie de ceniza, o tierra muy fina, con pedazos de grava, y las llantas no tienen buena tracción. Casi todos tuvimos que caminarlo. En algunos puntos del camino hay cuevitas de donde sale agua fresca y limpia, ideal para remojar un paliacate y refrescarse a la cabeza. Me empezó a preocupar la situación del agua; ya casi me había terminado mis dos botellas grandes y no estaba seguro de cuánto tiempo faltaría para poder reabastecernos.
En las partes más bajas del camino hubo varios desperfectos mecánicos. La grava entre la tierra causa vibración y lo que se puede descomponer se descompone. Alguien traía un desviador chueco. Yo me detuve a ayudar con ese desviador y a ajustar mis frenos; eso de jalar las palancas para frenar todo el tiempo es cansado y quería las gomas más cerca del rin.
Por fin, nos detuvimos a descansar y comer en El Huérfano. Todos entramos a una tienda que está casi enfrente de la iglesia. Me reabastecí de agua y compré una piña, la cual me devoré entera. Decidí dejar el resto de los materiales de mi sandwich para más tarde, lo cual fue un error...
De El Huérfano (1620 msnm) seguimos a El Escalanar (1350 msnm), con un descenso muy rápido en la misma tierra fina y grava. Hubo varias ponchaduras y a mí me tocó en la llanta delantera; seguramente fue un golpe que sentí con una piedra y que debió comprimir la llanta hasta perforar la cámara.
Aquí comenzaron mis problemas. Traía una cámara extra y la cambié por la agujereada, pero con la bomba que traía no conseguí inflarla. Es una bomba de mano muy pequeña — Topeak RaceRocket HP — que compré precisamente por compacta y ligera. No fue sino hasta esta ponchadura que me cayó el veinte: es una bomba para bicis de ruta con llantas delgadas, no para llantas de montaña. Hasta ese momento no había tenido ninguna ponchadura con las llantas que traigo; aunque había usado esa bomba de mano para ajustar la presión de las llantas, nunca las había inflado con ella desde cero.
Después de mucho bombear sentí que no acababa y comencé a sospechar que mi cámara extra estaba ponchada. Los compañeros amablemente detuvieron a una pick-up que pasaba y que me dio un aventón hasta El Escalanar. Ahí me bajé y me puse a inflar otra vez. Un compañero muy amablemente me regaló una cámara nueva e hice el recambio otra vez. Me prestó su bomba, más grande que la mía, y con esa sí pude inflar la llanta. Pero tanto bombear en vano me dejó los brazos agotados.
De El Escalanar sigue un ascenso largo, pesado y muy hermoso sobre gravilla fina y de color rojo, en medio de granjas y más adelante en medio del bosque. Es un camino rojo que cruje suavemente, rodeado de verde. Tuve que caminar buena parte del principio de ese camino. No pensé bien en ese momento; según yo estaba agotado por inflar llantas. Pensé en que tal vez traía demasiado peso — agua, cámara fotográfica, herramientas. Pensé que tal vez ya no tenía suficiente aguante. Pero, en realidad, me faltaba comida. Por no desperdiciar, me comí las salchichas que me quedaban, el queso y un jitomate... y unos minutos más tarde, como por arte de magia, me regresó la energía. ¡Me faltaba proteína! Todo el camino lo había hecho con fruta y agua, pero nada de proteína.
Después de comer, ya con la energía repuesta, pude volver a pedalear y terminé el ascenso. Hubiera sido lindo poderlo pedalear por completo; así aprenderé a comer mejor y más a menudo.
La montaña sube hasta unos 1750 msnm. Menos de 1 Km antes de la cima del camino comenzó un fuerte viento de cara, como si la montaña me estuviera poniendo a prueba. Le dije, "¿de verdad?". Pero luego comenzó el descenso, largo y veloz, hasta Madroño (1300 msnm). Le di gracias a la montaña al comenzar el descenso y me respondió bien, con la misma gravilla fina y compacta en la que es delicioso andar. Es la primera vez que de verdad siento que subí y bajé una montaña, y hacerlo por el bosque es maravilloso.
Para entonces el grupo ya estaba muy separado. Con la ponchadura me había quedado hasta atrás, pero al llegar a Madroño ya había alcanzado a la retaguardia y me pude dar el lujo de esperarlos en una tiendita en un entronque. Qué bien sabe una Coca Cola con cacahuates cuando el cuerpo pide glucosa y algo para refrescarse. Me preocupó un poco oir comentarios de que nadie estaba seguro si todos llegarían a Madroño o si alguien se había quedado varado atrás.
De Madroño proseguimos rumbo a La Reforma. Es un descenso muy largo hasta 690 msnm. El camino es bastante recto, pero es de grava irregular y puntiaguda — aun con llantas anchas, muchos nos quejamos de cómo se cansan las manos de tanto frenar y de sostener con firmeza el manubrio. De vez en cuando pasábamos junto a unas lagunitas que se veían muy atractivas; incluso había gente bañándose en algunas de ellas. Pero no, había que proseguir hasta La Reforma.
La verdad, hubiera podido prescindir de este tramo. Uno va tan concentrado en evitar lo más irregular de la grava, que no se puede uno fijar en el paisaje y los alrededores.
Al llegar a La Reforma, todo el grupo se reunió en un parque junto a una tiendita. Más abastecimiento de líquidos y botanas. Me decepcionó no tener señal para el teléfono; me hubiera gustado poder hablarle a mi esposa y decirle que estaba bien.
De La Reforma, afortunadamente, sale un camino pavimentado, en buen estado, que desciende poco a poco hasta el Río Cempoala y lo cruza a 240 msnm. Aquí sí pude correr a gusto; es el tipo de camino y pendiente ideales para ponerse en la multiplicación más alta y darle a placer o dejar que la bici ruede sola. Como ya estaba cayendo la tarde, el sol no estaba tan abrasador como en la mañana. Después de la grava infernal, este tramo pavimentado resultó delicioso.
Después de cruzar el río hay un pequeño ascenso hasta el entronque con la carretera que va a Actopan (250 msnm). Ahí, después de dar una pequeña vuelta por el pueblo, llegamos a un restaurante de mariscos que está casi junto a la Casa de la Cultura. Pedí una cerveza, un agua de tamarindo y un caldo de pescado, que me supieron a gloria.
De ahí volvimos a cargar las bicis en las camionetas y emprendimos el regreso a Xalapa.
En este recorrido aprendí que no hay que ir con equipo que uno no ha puesto a prueba — si hubiera sabido que la bomba de mano no iba a servir para mi tipo de llantas, me hubiera ahorrado mucho agotamiento. También aprendí que tengo que comer más variado durante un recorrido largo; no lo puedo hacer sólo con fruta y agua.
Estoy muy, muy agradecido con la persona que me regaló una cámara de recambio y que me prestó su bomba para inflar. No hubiera podido continuar el trayecto sin su ayuda.
También aprendí que hay muchas, muchísimas partes de Veracruz y de todo el país de las que uno no tiene ni la menor idea. Partes que están realmente lejos de cualquier carretera importante. Me recordó lo que escribe Jane Jacobs sobre los pueblos lejanos vs. las ciudades, y me dieron ganas de volver a leerlo.
He estado haciendo el mapa de las partes que recorrimos en OpenStreetMap. Es lindo ver la foto de satélite, trazar la carretera, y acordarse de los puntos especiales que vi. Ojalá que un día pueda quedar un buen mapa, detallado y útil, para ciclistas y todo el mundo.
Un logotipo de GNOME incrustado, parte 5
Este es el escudo justo después de que le quité las prensas. Tuve que hacer algo de palanca con una espátula para poder separarlo de la tabla con la que estaba prensado.
Corté la forma del escudo; primero con un serrucho para las partes rectas y luego con una segueta para las curvas.
Usé un escochebre para emparejar las curvas de los lados.
Pero las curvas de arriba del escudo son cóncavas, y el escochebre no cabe. Ahí usé un cuchillo de dos mangos.
Esto nos deja con esquinas afiladas y curvas parejitas en todos los lados.
¡Ahora, a cepillar la cara principal! Afilé las cuchillas de los cepillos...
... y cepillé con cuidado. El desperdicio del recorte de arriba del escudo resultó útil para apoyarlo contra el tope de cepillar.
El pie se va viendo a medida que el cepillo va quita el papel...
¡Virutas bicolores!
Y así obtenemos de nuevo una tabla plana. La mancha arriba de la planta del pie es de mis dedos mugrosos — mugre de metal, del paso de afilado — entonces me lavé las manos y cepillé otra vez.
Pero está demasiado plano. Entonces, tracé una línea todo alrededor del frente y de los lados, y usé el escochebre y cuchillo para hacer un bisel de 45 grados alrededor del escudo. La línea casi no se ve en la primera foto, pero ahí está.
Aquí está la primera capa de aceite de linaza cocido, después de lijar. Cuando se seque le pienso poner laca natural.
Un logotipo de GNOME incrustado, parte 4
En la parte anterior, había pegado las plantillas de papel con el escudo y el pie a las piezas de madera. Ahora viene la parte más difícil para mí: excavar las partes del pie en la madera oscura para que quepan las partes claras. No sé mucho de tallar madera; sólo soy un carpintero mediocre y tengo mucho que aprender.
La primera parte no es problema: usar una segueta para separar las partes del pie.
Después, para cada parte del pie, comencé con una gubia en V para hacer un contorno que funcione como tope. Adentro de cada contorno usé una gubia curva para excavar la madera. El corte en V sirve para que la gubia curva no se salga y corte más de la cuenta. Por último, usé la gubia curva para acercarme lo más posible a la línea de cada parte.
Cada pared necesita escuadrarse, pues la gubia curva deja un contorno achaflanado en vez de un ángulo bien definido. Usé la gubia en V alrededor de cada parte, de modo que uno de los lados de la gubia quedara vertical. Emparejé el fondo con una mezcla de formones y una güimbarda en donde cabe.
Después, cada pieza necesita ajustarse para que quepa. Lijé los bordes para que tuvieran una curva suave en vez del primer corte de la segueta. Luego, a cada pieza le hice un bisel por atrás, con un cuchillo de tallado en madera, para que la parte trasera sea más estrecha que el frente. También tuve que ajustar las paredes en la madera oscura en algunos lugares.
Después de batallar un rato, las piezas caben — con un poco de persuasión — y se pueden pegar. Cuando el pegamento se seque, cepillaré las piezas para dejarlas al mismo nivel que la madera oscura.
Por último, prensé todo contra otra tabla para distribuir la presión. Ojalá que salga bien.
Un logotipo de GNOME incrustado, parte 3
El siguiente paso es preparar un poco de pegamento de arroz para la plantilla. Hay que sobrecocer un poco de arroz, con demasiada agua (usé algo así como 1:8 de arroz:agua) y poner todo en la licuadora hasta que quede una pasta suave y uniforme.
Se esparce el pegamento sobre las superficies de madera. Aquí usé una espátula; también se puede usar una brocha.
Pegué el escudo sobre la madera oscura y el logotipo de GNOME sobre la madera clara. Puse los dedos más cercanos de la planta del pie para que cupieran todas las piezas. Al cortarlas, se podrán separar de nuevo.
Un logotipo de GNOME incrustado, parte 2
Continuemos con la pieza de ayer — la tabla de amargoso que pegué ya está seca, y es hora de nivelarla. Se usa una regla para ver qué tan chueca está en el lado "bueno".
Usamos un cepillo de trabajo con el filo curveado. Tiene una ligera curvatura en el filo; así podemos quitar mucha madera rápidamente. Se cepilla transversalmente a la veta para emparejarla. Puse algo de viruta en lugares estratégicos entre la tabla y el banco de trabajo, para que la tabla no se mezca al cepillarla, pues el lado inferior todavía no está plano.
Se usan dos reglas para comprobar que la tabla no esté torcida. Si miramos a nivel entre las dos reglas y se ven paralelas, entonces la madera no está torcida. Si lo está, hay que cepillar los puntos elevados.
Esto nos deja una tabla bien plana, con marcas de escalopa. Se usa un cepillo de pulir para quitar las marcas, cepillando a lo largo de la veta. Esto nos deja una superficie plana y brillante, que será nuestra cara de referencia.
En la última foto, verás que ambas mitades de la tabla no tienen el mismo grosor. Ajustamos la medida de un gramil a la parte más delgada de las tablas, y marcamos todo alrededor. Se marcan los cuatro lados para tener una línea a una distancia constante de la cara de referencia.
Una vez más, se cepilla transversalmente con un cepillo de trabajo y su filo ligeramente curveado. Cuando llegas a la marca, ya terminaste. Se usa un cepillo de pulir para dejar linda la superficie. Con esto tenemos una tabla perfectamente plana y de grosor uniforme.
Volvamos a la tabla de ayer, la de maple de color claro. Primero terminé de aplanar y pulir la cara de referencia. Luego, con el gramil hice una marca todo alrededor a unos 5mm de la cara de referencia. Esto será la rebanada de maple para el logotipo incrustado de GNOME.
Hay que serruchar una rebanada de la tabla. Usé mi serrucho de corte longitudinal de dientes más grandes y comencé en una esquina, un poquito alejado de la línea. Hay que alinear el serrucho con cuidado para que sea co-planar a las dos líneas de la esquina. Sirve sostener la tabla a unos 45 grados para poder ver ambos lados de la esquina.
Ya que el serrucho entró a la esquina, se inclina poco a poco para alargar la ranura...
Se inclina hacia el otro lado, poco a poco, para ranurar el otro extremo...
Y ahora se puede serruchar con fuerza, pues las ranuras se encargan de guiar el serrucho.
Se extiende el corte poco a poco hasta la esquina opuesta, y se repite el procedimiento en los cuatro lados.
Admira tu trabajo; límpiate el sudor.
Se cepilla hasta llegar a la línea y se deja una superficie pulida. Como la tablita es muy delgada para sostenerla con los topes para cepillar del banco de trabajo, puse una pareja de clavos como topes para que la tablita no se deslice al cepillar.
Ahora podemos ver bien el contraste entre ambas maderas. El siguiente paso es pegar las plantillas de corte sobre ambas tablas.
Un logotipo de GNOME incrustado, parte 1
Estoy haciendo una pieza especial. Va a ser un logotipo de GNOME incrustado, hecho de madera clara sobre un fondo más oscuro.
Primero, necesitamos hacer una tabla lo suficientemente ancha. Aquí estoy buscando qué secciones usar de dos tablas más estrechas y largas.
Una vez que estoy contento con las secciones a usar — veta similar, sin muchas imperfecciones — se cortan las tablas a la longitud deseada.
(Sí, trabajar en pijama es fabuloso y lo recomiendo ampliamente.)
Esta es una madera local que la gente del aserradero le llama "amargoso". Y así es — el aserrín se siente amargo en la nariz.
Una vez cortadas, tenemos dos piezas de aproximadamente la misma longitud y anchura. La veta coincide en forma de V a lo largo del medio, que es lo que quiero para la forma de esta pieza.
Se sujetan ambas piezas juntas y se cepillan al mismo tiempo. Al abrirlas como un libro, no deben quedar espacios entre ellas para poder pegarlas.
¡No pasa luz entre las tablas, entonces no hay espacios! Ya se pueden pegar. Se frotan una contra otra de atrás hacia adelante para esparcir el pegamento de manera uniforme. Se sujetan y hay que esperar toda la noche.
Mientras tanto, podemos preparar la madera para incrustar. Usé un pedazo de maple suave, que por supuesto es bastante duro — a diferencia del maple duro, que sería malditamente duro de trabajar.
Esta tablita no está plana. Hay que cepillarla transversalmente y revisar qué tan plana va quedando.
Mañana terminaré de aplanar esta cara del maple, y voy a cortar una rebanada más delgada para las incrustaciones.
Retroceder en el tiempo a octubre 2013.
Federico Mena-Quintero <federico@gnome.org> vie 2016/may/06 17:09:33 CDT